Viva de milagro y para contar el cuento. Así comienza Amalfi Romero el relato de su trágica historia ocurrida el domingo anterior.

La mujer, cansada de tanta agresión, decidió contar su testimonio para que muchas otras más mujeres no sean víctimas.

Amalfi Romero, de 46 años, residente en Turbaco, agradece a Dios por tenerla con vida después dela golpiza que recibió.

Contó que Tarcisio Mestre Hernández, de 32 años, con quien convivía desde hace dos años, el domingo se desahogó y atacó a golpes y patadas.

“El domingo en la tarde salieron de paseo en la moto de él. Nos tomamos nueve cervezas cada uno. De allí fuimos a otro estadero, pero como él es muy agresivo le dije que nos fuéramos para su casa”, relató.

Romero dijo que se quedaron en la esquina de su casa donde se tomaron unos tragos.

“Él se levantó a darle trago a unos amigos me senté en la moto y cuando venía de regreso a donde estaba me pegó un golpetazo en la boca”.

Cansada de tanto maltrato pensó que podía enfrentarlo. Le tumbé la moto y eso lo enfureció más. “Me prendió por el cabello, me dio patadas y me arrastró. También me partió la blusa y me llevó para su casa”, indicó.

En el inmueble, dijo la mujer, le reclamó por un celular que se había perdido. “El firma la cocina a buscar un cuchillo, pero no lo encontró y agarró una cuchara de cocina y me comenzó a pegar en la cabeza. También me mordió”, relató.

En un momento pensé que alguien me podía ayudar, la hermana de él también fue atacada. “Le hizo un hematoma en uno de los brazos”.

Como pudo caminó para salir de la casa. Mientras recibía un bestial ataque. “Parece que tengo maltrato en las costillas. Me duelen mucho”.

“Alcancé a llegar hasta la puerta. Me volé una reja y me escondí como hasta las 2 de la mañana por temor a que me siguiera maltratando. Cuando vi que cerró la puerta de la casa fue que salí caminando. Iba muy adolorida”, dijo la mujer.

Recordó que en medio del dolor una vecina le dio una blusa y por lo lugar pasó un primo de ella, que se dedica al mototaxismo, y la llevó al puesto de salud.

“Me cogieron ocho puntos y curaron en la cabeza”, sostuvo.

Agregó que ya denunció a su agresor y espera que la justicia haga lo suyo para que responda por lo ocurrido.

“Quiero que conozcan este testimonio para que muchas mujeres no vivan la experiencia que me tocó a mí”, puntualizó.

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