Como un verdadero milagro calificó Jenny Marrugo y los residentes de una vivienda ubicada en el barrio Nuevo Campestre, el inesperado suceso ocurrido durante el torrencial aguacero que se apoderó de la ciudad en la tarde de este domingo.
De acuerdo a la versión entregada por la misma afectada, todo iba bien hasta que una especie de “bola de fuego”, cayó sobre el tercer piso de la residencia. Por fortuna, una menor que se encontraba en su cuarto, resultó ilesa porque corrió de manera desesperada hacia la sala.
La descarga eléctrica del rayo causó daños en paredes, láminas de eternit y quemó varios electrodomésticos como nevera, tres televisores y los abanicos de los cuartos.
Jenny Marrugo, contó que fue tan grande el impacto, que quedó un hueco grande en el techo el cual tuvo que ser tapado con un pedazo de plástico para evitar dormir a la intemperie.
El rayo también provocó afectaciones en el primer piso de la residencia dañando varios electrodomésticos y artículos para el hogar.