Haciendo claridad que la solicitud que hizo este viernes el presidente Juan Manuel Santos, a pocos días de terminar su gobierno, de pedir una terna al Partido Conservador para nombrar un nuevo alcalde de las toldas de esa colectividad es completamente ajustada a la ley, es necesario preguntarse si vale la pena hacer esta movida, que a todas luces es política.
Cartagena ha vivido desde sus inicios los más tormentosos momentos que, pese a todo, no han logrado vencerla.
Pero esta decisión presidencial nuevamente pone a la ciudad en una situación de inestabilidad administrativa y política.
No es justo que Cartagena, la sede alterna del gobierno nacional esté al vaivén de los intereses de unos cuantos, pasando por encima del pueblo, a quien se le debe respeto.
Ya esta bueno que la Heroica, cuya característica principal es su resistencia, siga siendo tratada como una ciudad de segunda o tercera categoría cuando aquí es a donde vienen a descansar desde el Presidente, sus ministros y aquellos que de una forma u otra manejan los hilos de la política nacional.
No es justo que vengan a disfrutar del mar, la brisa, su encanto y el pueblo siga “llevado” por el interés mezquino de ellos.
Presidente, a pocos días de terminar su mandato, póngase la mano en el corazón y recapacite y déjele esa decisión al electo mandatario Iván Duque.
Un nuevo alcalde para Cartagena cuando está por llegar el nuevo inquilino de la Casa de Nariño podría generar en los próximos días una nueva decisión presidencial. Duque, lo más seguro, querrá gobernar con su gente de confianza.
Es por ello que lo mejor es, señor presidente, dejar las cosas como están.
Yolanda está haciendo lo mejor que puede por mantener la estabilidad en la ciudad. Ella sabe que este gobierno no es suyo, pero trabaja por dejar el alto el nombre de Cartagena.
Ella conoce la problemática de la ciudad y busca la forma de solucionar los problemas que a diario ocurren.
Mientras Antonio Quinto Guerra regresa, por favor no haga movidas para satisfacer a unos pocos, más bien piense en Cartagena como una sola.