La angustia que por 60 días vivieron los familiares de Manuel Antonio Rojano, terminó en la tarde del pasado viernes cuando encontraron su cuerpo sin vida en el corregimiento de San Francisco, más exactamente en el sector del cerro, jurisdicción del municipio de Arroyohondo.

Según las primeras pesquisas, el hombre fue asesinado brutalmente de siete puñaladas en la espalda, varias pedradas en la cabeza y golpes en otras partes del cuerpo, y luego enterrado sin piedad en una fosa común.

De acuerdo con lo manifestado por los allegados, lograron encontrar el cadáver de Manuel Antonio gracias a que una bruja les indicó exactamente la zona donde debían direccionar las labores de búsqueda. Al parecer la mujer, solo utilizó una fotografía y la fecha de nacimiento del occiso.

El hombre, de 32 años, desapareció el pasado 23 de mayo tras salir de su vivienda a realizar sus labores de pesca. A pesar de que pasaron las horas, ese día jamás volvió a la residencia donde vivía con su madre y sus dos hijos.
Hasta el momento se desconoce quién pueda estar detrás de este asesinato, sin embargo se logró establecer que la víctima tuvo problemas con un sujeto que le debía 200 mil pesos.

El cuerpo de Manuel Antonio permanece en estos momentos en las instalaciones de la morgue de Medicina Legal en el barrio Zaragocilla.

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